Lee un poema como una fotografía. Lee una fotografía como un mapa. Lee un mapa como un poema.
Este proyecto de contra-cartografía desafía la narrativa hegemónica de los mapas. En el fanzine, el territorio se fragmenta en múltiples lecturas para que cada quien trace su propia interpretación. La instalación presenta un mapa abstracto de Evia, no para ubicarse, sino para perderse. No busca precisión cartográfica, sino cuestionar la imposición de un único relato sobre el territorio. Suspendido sobre un fondo reflectante, el mapa cambia con el viento—un viento feroz, característico de la isla, que distorsiona fronteras, trayectorias y reflejos, fusionando la cartografía con quien la mira.
El viento activa la obra, impidiendo que el mapa se fije como una verdad absoluta. Un mapa para aceptar la incertidumbre. Un mapa no es el territorio. Solo el territorio es el territorio. ¿Quién lo define? ¿Es posible representarlo sin imponerse sobre él?
Este proyecto fue desarrollado en la residencia de arte Loop [PROSPER] durante el mes de Octubre del 2024.